EEUU asume la destrucción de millones de empleos por el ‘boom’ de los robots

La llegada de los robots y la aplicación de la inteligencia artificial a la automatización de tareas van a protagonizar una revolución sin precedentes en la economía mundial que costará millones de empleos en las próximas décadas, ampliará las desigualdades sociales y generará enormes capas de población parada y empobrecida, si los gobiernos no actúan interviniendo directamente en el mercado para remediarlo. No se trata del argumento apocalíptico de una novela de ciencia ficción de Philip K. Dick, sino de las conclusiones de un informe publicado esta semana por la Casa Blanca sobre ‘Inteligencia Artificial, Automatización y Economía’, en el que la administración Obama traza una hoja de ruta para afrontar esta posible crisis, basada principalmente en el incremento del gasto público, algo que choca con las intenciones del gabinete entrante de Donald Trump de recortar la factura federal.

Esta preocupación de EEUU por la futura revolución tecnológica viene de antes de las elecciones del 8-N. En octubre, salía del Despacho Oval el estudio ‘Preparándose para el Futuro de la Inteligencia Artificial’, en el que se recomendaba elaborar para finales de este año un análisis sobre los impactos que estos nuevos desarrollos tendrán sobre la sociedad. El documento resultante ha sido redactado por la Oficina Ejecutiva del Presidente, contando con el apoyo de órganos como el Council of Economic Advisers, la Oficina de Política de Ciencia y Tecnología o los departamentos de presupuesto y de política interior.

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El trabajo dibuja un horizonte preocupante para aquellas profesiones poco remuneradas o que, como conductores o cajeros -que se citan expresamente-, requieren de una baja cualificación, y que probablemente dejarán de ser tareas de humanos. Pero a diferencia de lo ocurrido en otras revoluciones industriales, los expertos ponen en duda que se vayan a generar otro tipo de ocupaciones en cantidad o ritmo suficientes como para asimilar la destrucción de empleo, por lo que alerta de que “millones de americanos” verán modificado su modo de vida.

Pese a estas perspectiva, el informe destaca que la inteligencia artificial reportará beneficios económicos como el aumento de la productividad en las empresas, gracias a la automatización de algunas tareas que requieren mucha mano de obra. El desarrollo de esta tecnología arrancó en 2010 y, desde entonces, estos avances han hecho la economía más eficiente. Así, la Casa Blanca cita un estudio de 2015 de George Graetz y Guy Michaels realizado en 17 países, que concluyó que los robots ayudaron a incrementar la riqueza de los países en un 0,4% entre 1993 y 2007. Y va a más. Otro reciente análisis de Paul Daugherty y Mark Purdy sobre 12 economías desarrolladas del mundo -incluida la de EEUU- sostiene que la inteligencia artificial brinda el potencial para doblar el crecimiento económico anual en estos países para 2035.

Resultado de imagen de cuarta revolucion

Las esperanzas puestas en estas nuevas herramientas son tales que en el World Economic Fórum se llegó a calificarlas como “cuarta revolución industrial”, mientras que el economista Andrew McAfee las comparó con la máquina de vapor. “Las tecnologías digitales están haciendo por el poder cerebral lo que el vapor hizo por la fuerza física”, dijo antes de reconocer que el futuro, en este caso, es más “incierto”.

De hecho, el propio informe del equipo de Obama sostiene que no hay garantía de que el beneficio de la inteligencia artificial alcance a todos, y asegura que traerá cambios para el mercado laboral de los EEUU, provocando que algunos trabajadores pierdan sus empleos, incluso aunque se creen nuevos puestos. Por ello, incide en que los legisladores deben ayudar a esas familias y comunidades a integrarse nuevamente en el sistema económico y adaptarse a las nuevas necesidades laborales, para lo que apuesta por la formación y el reciclaje profesional, pero también por los subsidios para mantener a las víctimas del nuevo sistema económico mientras dura la transición.

La principal advertencia se basa en que los robots irán adquiriendo cada vez una mayor inteligencia que les permitirá realizar sofisticadas funciones hasta ahora reservadas para los humanos. En este punto, el análisis recuerda que muchos trabajos que existían hace 150 años desaparecieron, dando paso a otros que nadie podía imaginar. El documento rememora otros momentos históricos en los que se produjeron severos cambios en las vidas de muchos trabajadores, como cuando la tecnología llevó a los agricultores a dejar el campo, aunque recalca que entonces la tasa de paro siempre se mantuvo cercana al 5%. Ahora el impacto podría ser mayor.

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